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martes, 19 de diciembre de 2017




¡Cuidado!

Oír sin escuchar,
Hablar sin decir,
Ver sin mirar,
Sentir sin pensar,
Ignorante serás

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce



A ti

Estos versos 
que no hablan de nadie,
que no riman, 
que no sienten, 
que no te conocen,
te imperan 
a  que me devores en la huida
y después, 
regreses a esa vida sin mí 
que tanto aborreces

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce

miércoles, 13 de diciembre de 2017



Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido,

Me faltaba el aire,
Me sobraba la vida,
Me ahogué durante años,
Me sellaba la boca la vergüenza,
Me callaba el pudor, que es lo último que pierdes antes de la vida

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido,

No me quería ni te quería,
Te temía,
Tenía pánico a las horas que me obligas a pasar en silencio junto a ti,
Me volviste invisible,
A los ojos del mundo deje de ser

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

Me lo quitaste todo,
No miraba
No opinaba
No reía
No elegía

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

No era suficiente,
Siempre merecía castigo
Siempre era una inútil
Siempre te decepcionaba
Siempre te dejaba en ridículo

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

Dolor
Impotencia
Soledad
Pena
Miedo

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

El maltrato
No se olvida,
No se supera,
No se va,
No deja de doler,

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

Pero debes salir de ahí,
Debes levantar la cabeza,
Debes aprender a vivir con el recuerdo,
Debes gritar contra el silencio,
Debes educar contra la violencia,

Me sequé las lágrimas una y mil veces,
Eso solo lo comprende quien lo ha vivido

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce

domingo, 10 de diciembre de 2017


¿Comprendes?

Te grité cuando me gritaste
Te lloré cuando me lloraste
Te maldije cuando me maldijiste 
Te reíste
Y entonces,
Me callé para escucharte

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce


sábado, 9 de diciembre de 2017


Eres

Me lo dijeron tus ojos el mismo día en que me paré a mirarte,
eras una mujer libre
Me lo confirmaron semanas más tarde tus caricias bajo las sábanas, 
no eras ni serías de nadie
Me enfadé porque no fui capaz de entender lo que decías,
eras para ti misma
Me obsesioné porque no pude convencerte, 
eras certeza
Me arrepentí porque no supe volver a vivir sin tu presencia, 
eras instinto 

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce






viernes, 17 de noviembre de 2017

Fuiste

Fuiste eterno, eterno en mi mirada y  en mis horas de desvelos.
Fuiste magnánimo, inmenso en mi memoria y en mis ansias de rebeldía.
Fuiste único por horas, y compartido a lo largo de nuestras vidas.
Fuiste amado en silencio, y a gritos cuando nuestras pieles se rozaron.
Fuiste padre, esposo y amante.
Fuiste sal en las comidas más insípidas, y oxígeno cuando me asfixiaba.
Fuiste tú cuando no pude ser yo.
Fuiste eso, nada, en medio de mi existencia.
Fuiste porque ya no eres.
Fuiste cuando esta mañana incineraron tu envejecido cuerpo.
Fuiste y yo no fui a darte el último adiós.
Fuiste porque existimos.
Fuiste cuando corte cebollas para poder llorarte sin que se notara.
Fuiste porque fuimos y nunca nos lo dijimos.
Fuiste y nadie lo supo.

Fuiste porque yo sin ti, ya no seré.





























Escrito y fotografía por: Ana Isabel Fortes Ponce

Rejón con Tomate

Es como sale mejor. Recuérdaselo a la niña que está en la edad de olvidarlo. Enséñaselo al pequeño que todavía no entiende mis palabras. El rejón con tomate queda en su punto cuando la mar está enfadada. Y es que el sentir del sur tiene ese don para mejorar el plato estrella del abuelo, que por irreal nunca probasteis ni tú ni tus hermanos. Pero ese imaginar el sabor de aquel manjar os mantuvo entretenidos en las horas de hambre de aquellos años. Ahora que la crisis ha secado tu nevera hija mía, te toca a ti llenar la barriga de mis nietos con la ilusión de que, cuando el panorama está tan escaso, en casa se come el mejor rejón con tomate.

Escrito por: Ana Isabel Fortes Ponce